La crisis del COVID-19 ha supuesto muchísimos cambios en los equipos de trabajo. Probablemente el mayor reto ha sido trasladar toda la actividad al entorno digital. En primera instancia, era necesario garantizar el acceso a la tecnología, tanto en lo que se refiere a dispositivos como softwares necesarios para proseguir con la actividad. Posteriormente, muchos equipos han enfrentado el reto de la comunicación: reuniones online, muchos correos electrónicos, comunicación interna a menudo intermitente… Es evidente que necesitamos estar en constante comunicación con el equipo pero… ¿Qué información debo compartir? ¿Cómo comunicar las malas noticias? ¿Cómo ejercer el liderazgo motivando sin dar falsas esperanzas?
En las primeras semanas, la pregunta más habitual era… ¿Cómo afectará todo esto a mi puesto de trabajo? ¿Y a mi futuro? Aquí, nuestro rol como jefe de equipo consiste en transmitir confianza y fortaleza aunque no sepamos exactamente cómo se desarrollarán los acontecimientos. En este sentido, es fundamental ser honesto con lo que uno sabe y lo que no, hacer gala de una transparencia exiquisita.
Ser honesto con uno mismo
Como ya te puedes imaginar, no hay recetas mágicas para comunicar en tiempos de COVID-19. Así que, ponte en los zapatos de tu equipo e imagina que necesitan oír de ti. Para ello, desarrolla un pequeño plan, una estrategia en la que definas cómo y cuando te comunicarás con tu equipo a medida que la situación se vaya desarrollando. Por ejemplo, en esta fase de desescalada, puedes decidir que cada mañana te comunicarás con tu equipo para transmitirles las últimas noticias. Esta información es de extrema utilidad para ellos, ya que saben qué esperar y cuando. Hacer breves reuniones periódicas además de reuniones con cada miembro del equipo te ayudará a entender cuales son los asuntos más relevantes y qué están necesitando de ti. Otra opción es crear un sistema -por ejemplo, a través de mail- en que los empleados puedan plantear sus dudas que serán contestadas a diario.
Enfocar las conversaciones con humildad
Es probable que algún colaborador te pregunte directamente sobre su situación laboral, por ejemplo, sobre cuando terminará el ERTE o que exprese su miedo a perder el empleo. En este caso, la mejor opción es ser honesto y humilde. Una respuesta podría ser «me encantaría poder decirte exactamente qué sucederá. Estamos compartiendo contigo la información a medida que se va generando». Esta respuesta es asertiva en la medida que comprende el miedo que expresa la otra persona a la vez que es honesta y posibilitadora.
Evita el paternalismo
Querer aliviar la incertidumbre del equipo es comprensible pero, cuidado, no te llevará a ningún sitio. Imaginemos que en estos momentos hay puestos de trabajo en peligro. Fingir que esto no está sucediendo, no te ayudará, al contrario, estarás generando unas falsas expectativas. Tampoco frases como «no debería decírtelo pero…». Este tipo de respuestas no contribuyen a aliviar ningún sufrimiento. La mejor opción es mostrar compromiso con los miembros del equipo a la vez que siendo honesto con la incertidumbre actual.
Es tiempo del «nosotros»
Evita el «yo» y enfoca tus comunicaciones desde el nosotros. Refuerza las fortalezas del equipo, la contribución que cada uno de los miembros aporta al conjunto. Destaca los elementos de valor pero ¡ojo!, sin caer en un positivismo excesivo. Se trata de reforzar las capacidades del equipo, poner encima de la mesa el potencial, a la vez que siendo consciente de unos tiempos que exigen de permanente cambio y adaptación.
Maneja las emociones
Como bien sabes, el miedo es una emoción tremendamente poderosa. En su peor versión puede ser paralizante pero en su mejor versión, te hace estar alerta y pone tus sentidos a trabajar. Es probable que tanto tu como tu equipo hayáis sentido el miedo así que un buen liderazgo requiere de sostener esta emoción y de acompañarla para extraer su mejor versión. Una buena forma de hacerlo es facilitando conversaciones con cada miembro del equipo en la que haya espacio para hablar de lo personal y de las emociones. Muestrate disponible, también en este sentido más personal.
En resumen, no hay recetas mágicas para comunicar eficazmente en tiempos de incertidumbre pero estos consejos te pueden servir:
- Sé honesto contigo mismo
- Enfoca las conversaciones con humildad
- Evita el paternalismo
- Es tiempo del «nosotros»
- Maneja las emociones