Como se afirma en el libro blanco del coaching de la Asociación Española de Coaching: «El coaching no es un proceso de psicoterapia. El nivel de intervención de los/las coaches es diferente del de los/las psicoterapeutas. El rol también difiere. El/la coach no hará intervenciones en profundidad que afloren y reparen conflictos de la persona. En coaching se trabaja en el desarrollo y crecimiento para afrontar de forma más eficiente los dilemas del presente y los retos del futuro. El trabajo de procesos relacionados con la salud mental, como puedan ser la evaluación, diagnóstico y tratamientos -entre otras tareas-, está vetado para coaches profesionales, pues corresponde a los especialistas del ámbito de la psicología y/o psiquiatría, entre otros.»